lunes, 20 de abril de 2020

Marlaska

Bien el Gran Marlaska en su defensa de la libertad de expresión. La primera vez que no yerra desde que pasó, ya con méritos políticos en la suelta nocturna de etarras y psicópatas, de la muy sacrificada judicatura al reconfortante narcisismo de las opuestas funciones de legislar o gobernar.

¿Habrá sido un lapsus linguae? ¿Por qué tu partida de camaradas del Partido Único te fuerzan a perseguir las expresiones ingratas con los planes de Pedro y Pablo? Dimite y sálvate. Hay casos nobles en el socialismo español: Besteiro, Múgica, Asunción...

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