Los compañeros de viaje del comunismo, a saber, los bien llamados "tontos útiles", jamás comparan esta secta destructiva, ladrona y asesina con la realidad de sus efectos históricos, sino con el buen deseo de sus nobles causas para un futuro imaginario. ¿Se entiende ahora por qué el gran Savater habló en su día de 5.000.000 de "tontos" como argamasa de los bolivarianos nacionales, a saber, el Partido Perroflauta? Quizá tuvo algún efecto milagroso. Ya solo quedan 3.000.000 de lelos letales.
Fue injusto. Yo haría la salvación -en caso de que accidentalmente hubieran caído postrados ante tamaño embeleco- de nuestros padres e hijos, abuelos y nietos, hermanos y hermanas, tíos, primos y sobrinos, incluso cuñados. Por supuesto, también de amigos, compañeros de trabajo, vecinos y conocidos. El resto sí. El resto, tontos desconocidos de capirote, memos dañinos, bregan por su perdición, la de toda la nación y aun la de toda la humanidad. Son nocivos. Su libertad será destruida, su hacienda robada y su vida sometida o neutralizada. La nuestra también. Está escrito.
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