sábado, 16 de mayo de 2020

Julio Anguita

A diferencia de sus actuales correligionarios, a Julio Anguita se le puede llamar por su nombre. Comunista tradicional decimonónico, a mitad de camino entre el socialismo utópico y el distópico, siembre mantuvo clara ojeriza hacia los oportunistas posibilismos que le sucedieron en el cargo de Secretario General del Partido (entregados siempre a las estrategias de un PSOE corrupto y traidor a todas las causas, salvo a la de comprar a cualquier precio el mayor número posible de poltronas y voluntades).

"Programa, programa, programa", era su verdadero programa. Programa moral. El otro, el político, afortunadamente era inaplicable en una democracia no popular.

Buen tipo. Algo paternalista con los ignorantes. Demasiado pedagógico para los ya instruidos en la secta. Maestro y profesor, licenciado en Historia Moderna y Contemporánea -lástima que su información del comunismo viniera de los propios comunistas del posfranquismo-, fue una rara avis si le comparamos con los implacables sanguinarios Carrillo y Pasionaria, primero, o con los intrusos hazmerreíres Perroflautas de la Uni o la Facul, después.

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