(Nota de 29-02-2016. Tomado de ABC, "La Tercera", 29-02-2016.)
Gran acierto expresivo de Javier Rupérez.
Referido a su antiguo secuestrador. El Otegi. El terrorista de la ETA. Contumaz. Orgulloso del Crimen Triunfante. "Hombre de Paz" para Zapo. Y para sus herederos: los subnormales neomaoístas de la actual política nacional auspiciados por el PP, el PSOE, el islamismo iraní, la revolución bolivariana, las universidades españolas y todas las Telecloacas de la Nación.
"Irredentas muestras de la escoria que la humanidad de vez en cuando produce, sea en Auschwitz, en el Gulag o en los zulos vascongados." Olvidó hablar de las chekas.
Luego, con buen criterio, añade: "La dignidad de todos exige la crudeza de la verdad." Vale.
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