En relación con las
dificultades para la contratación de empleados -en tanto que la empresa debe
pagar elevadas sumas al Erario Público en calidad de cotización social y, además, ha de
atender a las exigencias económicas en el momento del despido-, la presidenta
del Círculo de Empresarios, Mónica
de Oriol, lo ha dejado muy clarito: "Todos compramos cuando lo
que se nos ofrece es a precio razonable".
Inmejorable expresión burguesa
de la afirmación de Marx relativa a la categoría mercantil del proletariado, al
trabajador como un producto más en el
mercado. Yo compro, o alquilo a tanto la jornada, a Fulano o a Mengano, a
su mano de obra, para que con su producción pueda seguir comprando, o
alquilando, a Fulano o a Mengano otro día más, amortizando los medios de
producción y llevarme crudo un buen pellizco. De lo contrario, cierro el
tenderete. Y ello desde Cristiano Ronaldo o Leo Messi a la babysitter o al chico de los recados, pasando por ingenieros de
caminos, cirujanos, profesores de autoescuela, jardineros, empleados de hogar o
matadores de toros. Al parecer, el jugador del Real Madrid, Gareth Bale, metió
un gol al Barcelona que está valorado en 100 millones de euros. Casi como los
puñetazos de Manny Pacquiao en un solo combate.
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