Se dice que uno se hace mayor cuando ve crecer a sus hijos.
Lo mismo pasa en el terreno de la política. De pronto te ves en el Jurásico. No
es que el advenimiento de los bollicaos y las yourgurinas sea una novedad. El Ido
y el Retraído ya nos obsequiaron con las fogosas Bibiana y Leire, o las eficaces
Soraya y Cospedal, amén de algunos cuantos floreros de cuota. También los chicos
tenían y tienen su cuota varonil, no se vaya a creer. Piénsese en Basagoiti, Oyarzabal,
Alonso, Moragas, etc.
Ahora una nueva minigeneración de talentos ha aparecido en
el horizonte. Ahí están los PI2 y los Monederos, los Garzones comunistas, los
Madinas y los Sánchez, las Susanas, las Talegón y las Colau, pero también, sin tanta promoción, los Morenobonillas, los Borjasémper, las Arantzaquirogas, las Nereallanos, etc.
Dan miedo estos ilusos, los que tienen proyectos alternativos. Me recuerdan el dicho de Cioran:
"De joven pensaba que a los mayores de cuarenta habría que
exterminarlos"... Los otros, los gestores de la nada, sólo dan risa.
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