viernes, 10 de junio de 2016

La Telecloaca y el machismo-feminismo

       Sin duda, las principales cadenas de malformación de masas (La 1ª, La 2ª, La 3ª, La 4ª, La 5ª, La 6ª y Las Autonómicas, ya sin diferenciación) compiten por ver cuál es más vulgar, más gregaria, más populista. O sea, más repulsiva.

      Me dicen que hay debatitos de niños (pedofilia ideológica), que a los cuatro charlatanes reincidentes en gestas de destroyer, despilfarro, latrocinio o soborno sólo les preguntan por sus pequenos y anecdóticos gustos privados (idiotismo político) y, lo que es peor, que esos cuatro jinetes del Apocalipsis nacional volverán a vomitar sus naderías, sus trolas, sus reclamos brocha-gorda y sus estrategias nauseabundas (moralismo pánfilo y estólido).


      Ayer tocaba un debate de mujeres. ¡Cómo! ¿Pero no habían quedado los voluntaristas rousseaunianos en que las diferencias naturales no iban a afectar a las capacidades de los individuos? Está bien, volvamos a la selva hobbesiana.

      La  guapa y las otras tres. No son feas. Ninguna mujer adolece de algún grado de sensualidad. Todas son atractivas a su manera. Incluso, aunque se disfracen de adefesios, las chicas malas de la C.U.P. Pues, bien, ¿de qué hablan las mujeres entre ellas? Los hombres lo tenemos claro: de mujeres, de futbol, de coches, de curro, de política ficción. Ellas suelen hablar de trapitos, de bebés y de embarazos, de Fulanita, de Menganito, del machismo asqueroso que las impide prosperar.

      Pero éstas son morenas. La guapa andaluza y las otras tres. Las cuatro. Aunque no asistí a la velada, yo sé bien quién ganó el combate. Imagino que también habrá una pelea de rubias. Y luego otra de pelirrojas. Piensa uno en Marilyn y en Rita. Ya puestos, ¿por qué no un refriega de gays, o de lesbianas, o de transexuales, o de asexuad@s? El deseo del público estaría garantizado.

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